¿Que cenamos para dormir bien? Interesante pregunta sobre un tema al que quizás le demos menos importancia de la que se merece. Pues bien, aquí nuestros amigos de Naturhouse Moratalaz nos dejan su reflexión según sus profundos conocimientos como nutricionistas.
Los expertos en nutrición recomendamos repartir el aporte de nutrientes en cinco comidas al día: desayuno, comida, cena y media mañana y media tarde. Si dosificamos la comida podemos distribuir los nutrientes a lo largo del día para sentirnos constantemente satisfechos y llenos de energía. Las recomendaciones nos dicen que una cena debe representar una quinta parte del total de alimentos para un día. Pero en el mundo real muchas veces llegamos a la cena sin haber desayunado o comido bien, por lo que comemos mucho o desequilibradamente por la noche, o bien decidimos saltarnos la cena por miedo a subir de peso.
Cuando vamos a la cama, nuestro cuerpo pasará alrededor de 8 horas sin alimento. Es durante el sueño cuando nuestro cuerpo se repara a sí mismo, y aunque nosotros dormimos, nuestro organismo sigue trabajando sin descansar. Es importante darle los nutrientes necesarios. Esto no quiere decir que tiene que ser una comida demasiado abundante pues esto puede darnos calorías innecesarias y malestar gastrointestinal que resulte en un sueño pesado o incluso pesadillas.
Recomendamos cenar por lo menos 2 horas antes de dormir para dar tiempo suficiente para digerir los alimentos. Idealmente puedes cenar 3 horas antes de dormir y con eso acelerarás la pérdida de grasa. Debe ser una cena ligera para que la digestión sea rápida y no debe ser excesiva en proteínas ni grasas que se digieren lentamente.
Una cena adecuada incluirá:
Verduras: Frescas o cocidas, a la plancha o brochetas. Altas todas en vitaminas, minerales, agua y fibra que nos darán sensación de saciedad.
Frutas: que nos aportan también vitaminas, minerales y fibra.
Lácteos: leche y yogur descremados, así como queso de Burgos o queso fresco.
Pescados o carnes magras (sin grasa), pavo o pollo que nos dan proteínas de alta calidad que son fáciles de asimilar.
Grasas saludables: como el aceite de oliva, preferentemente virgen, o semillas como nuez y almendra por su contenido en minerales y omegas.
Con nuestro ritmo de vida, estrés y poco tiempo, la cena es uno de los pocos momentos para disfrutar con tranquilidad nuestros alimentos en un entorno familiar y sin prisa. Es conveniente disfrutar calmadamente y masticar a conciencia nuestros bocados para favorecer su digestión, distinguir y apreciar los aromas y sabores y disfrutar de una experiencia placentera y completa.
¡Buen provecho, buen descanso!
Podéis seguir los consejos de Naturhouse Moratalaz en su FacebookPage.
Esperamos que os sirva el consejo.